martes, 20 de diciembre de 2011

Post Prensa - Un Balance del Periodismo en el 2011


Foto IDL Reporteros
20 de diciembre de 2011
Fuente original Desde el Tercer Piso
Escrito por José Alejandro Godoy

Confirmando que ha sido un año bastante complicado, en muchos aspectos, para el ejercicio del periodismo en el Perú, ayer América Televisión despidió a su directora periodística, Laura Puertas. Una decisión poco comprensible desde el punto de vista comercial ya que, como indicaLa Mula:
Se supo que el viernes pasado, Laura Puertas había sido felicitada por su labor periodística; incluso se le había entregado una placa recordatoria “en reconocimiento por su valioso aporte en el proceso de reestructuración” del canal.
A lo Scrooge (en vísperas de Navidad) y 72 horas después de que el canal le diera una placa. Lindo ejemplo de empleadores. Con Laura Puertas, también se retira Raúl Tola, quien renunció al canal luego de esta noticia.
No ha sido el primer despido inexplicable en Montero Rosas. En plena Semana Santa, Patricia Montero y José Jara de Canal N fueron echados sin causa alguna aparente. Y lo mismo ocurrió, también antes de un feriado, con Rosa María Palacios, a quien no se renovó contrato señalándole que el canal haría “entretenimiento”.
En realidad, Puertas ya se había salvado de otras situaciones críticas. La primera surgió con la crisis de los Petroaudios en el 2008, cuando algunas cabezas rodaron en el grupo El Comercio. Mientras que hubieron otras durante el 2011 vinculadas a la cobertura de la campaña electoral, en el que el directorio acuso a Laura de “humanizar” al hoy presidente Ollanta Humala. En estas últimas ocasiones, Rosa María Palacios envió cartas al directorio para evitar el despido de Puertas. Mientras que Raúl Tola fue claro en su columna semanal en La República sobre las motivaciones políticas que rodearon a los despidos de Montero y Palacios. Ahora se entiende, en términos completos, todas las tensiones ocurridas en América durante el 2011. Y se trata del canal más importante del país, que este año salió de su proceso de reestructuración patrimonial.
No han sido los únicos casos de arbitrariedades contra la prensa. En lo que se refiere a juicios, el caso más absurdo fue el del periodista ucayalino Paul Garay, quien finalmente salió de prisión en octubre pasado luego de purgar cárcel por una información que nunca difundió. Casos como éstos evidencian muchos de los problemas que, fuera de Lima, existen para el buen ejercicio del periodismo: sanciones penales desmesuradas contra periodistas críticos, programas radiales o medios locales destinados exclusivamente al insulto, amenazas de muerte y asesinatos de hombres de prensa. Son cuestiones poco visibles en Lima, salvo para organizaciones como IPYS o en foros especializados.
También ha sido uno de los años que se ha discutido más sobre el rol del periodismo en varias coyunturas, así como sobre diversos temas que atañen a su ejercicio. Algunos tópicos interesantes han sido:
COBERTURA ELECTORAL: Aunque aún tengo pendiente de lectura el ensayo de Mariel García Llorens en Post Candidatos sobre este tema, existen algunas conclusiones preliminares que pueden señalarse. La excepción a la regla fue que los medios tomaran partido por algún candidato o en contra de alguno. Claro, no a la manera gringa, sino a la peruana, con la mezcla de información y opinión. Ello tuvo consecuencias serias en la cobertura, tanto en términos cuantitativos como cualitativos. Así como en los propios ciudadanos, algunos más críticos con lo que se les presentaba y otros que reclamaban que el medio o periodista en cuestión se parcialice con el candidato de su preferencia.
Aquí lo clave no es que un medio tome o no partido, sino que se garantice el derecho a la información para tomar una mejor decisión y a un mejor rigor periodístico. Un buen resumen, circunscrito a algunos medios, se encuentra en una presentación de Santiago Pedraglio.
PLURALIDAD INFORMATIVA: A partir de lo ocurrido en los medios televisivos del grupo El Comercio y del surgimiento del Grupo ATV con cinco canales consolidados (uno de ellos informativo), no han faltado voces que debatan el tema de la concentración mediática. Algunos para proponer alguna forma de control, sea amparados en la Constitución o en la creencia que todo conglomerado trae problemas. Otros para defender la idea de que, en el fondo, no importa la forma societaria, pero sí la defensa de la pluralidad informativa. Este debate se vio acrecentado por lo indicado en el plan de gobierno original del hoy presidente Humala, acerca del tema de los medios de comunicación.
Otros temas derivados son la concesión de las señales de la televisión digital, publicidad estatal, los permisos para radios comunitarias y la legislación para los medios de comunicación del Estado.
POLICIALES: El caso Ciro Castillo fue la telenovela mediática del año y el caso policial peor cubierto de los últimos tiempos. Desde la creación de hipótesis inverosímiles para justificar la tesis de un crimen, pasando por la publicación de mensajes de texto privados hasta las fotos e imágenes del cadáver fueron algunas de las prácticas deleznables. Claro, a ello debemos sumar la ausencia de interrogantes claves en la prensa sobre la inoperancia de la policía para hallar el cuerpo o de las instancias de auxilio ante la pérdida de dos personas en una zona altamente visitada por turistas.
COBERTURA DE CONFLICTOS SOCIALES: Se tiende a caer en dos extremos, ambos derivados de tomar partido por alguna de las partes. El primero, aquel que enfatiza en el carácter intrínsecamente positivo de las protestas, sin revisar con exhaustividad los intereses de los actores involucrados, así como los tejidos políticos y sociales de cada región del país. El segundo, es el comentado por Jacqueline Fowks y que volvió a verse en su esplendor en el caso Conga y también:
Este año, la desinformación sobre las demandas de Puno –contra la minería formal y la informal- que desatendidas por el gobierno y no cubiertas por los medios capitalinos llevaron a hechos violentos y extremos en junio último. De tal forma que la representación de quienes exigen respeto a sus derechos, o su agua, sus bienes o su vida, terminan apareciendo simplemente como ‘violentos’ porque les prestan atención solamente en el momento más extremo, cuando ya no saben a qué acudir para obtener alguna respuesta o solución. Y entonces el estereotipo de violentos se repite.
MEDIOS DIGITALES: Este año tres medios digitales tuvieron algunas coberturas destacadas. IDL - Reporteros tuvo dos grandes reportajes: la saga dedicada al tema de la pesca y las fallas en los controles sobre la cantidad de pescado realmente extraída en el país y el destape del caso Chehade. Mientras que INFOS, un portal del IPYS, marcó otro tipo de veta de investigación vinculada a temas de interés social, como las fallas en el transporte urbano limeñola trata de personas o la violación sexual, entre otros. Ambos medios presentan información de gran calidad, pero adolecen de un problema a mediano plazo: dependencia del financiamiento de la cooperación internacional.
La Mula apostó por la cobertura en vivo y la presentación de temas y enfoques que no se tocaban en otros medios de comunicación. A ello sumó, desde la segunda vuelta electoral y con mayor énfasis en el segundo semestre del año, un canal vía Internet con espacios de distinto tipo (disclaimer, incluyendo al autor de este blog). Queda por ver si la compra por la RCP de la franquicia de la revista Poder alimentará un grado mayor de trabajo en periodismo de investigación que este portal requiere para su consolidación.
De otro lado, en varios foros sobre periodismo e internet se ha criticado al portal web del diario El Comercio, por su énfasis distinto en su cobertura al del medio impreso, a extremos tales que se priorizan noticias sobre farándula o “notas curiosas” que atraen a un fuerte segmento de lectores, pero que también pueden ahuyentar a otros que buscan otro tipo de información, más cercana a lo que ofrece el diario decano en el papel. Un debate pendiente entre el algoritmo para obtener más visitas y la necesidad de mantener una imagen de seriedad para un diario que marca pautas y últimas palabras en varios temas.
Se me quedan en el tintero algunos temas, como el cierre de CPN Radio (un espacio importante en el dial), la aparición de competencia fuerte en el cable en el rubro noticias (a N y Willax se sumaron este año RPP TV y ATV+), las contradicciones en medios cercanos al nuevo gobierno como La Primera, los alcances y límites de una aventura periodística basada en la mera venta de semanarios como la que tiene César Hildebrandt ya por más de un año, o el cuidado en el uso de fuentes como redes sociales (caso Perú.21 - Villarán) o investigaciones académicas (ver capítulo de Uceda en este libro) para construir una noticia o un reportaje de largo aliento.
Año intenso. Y que el próximo traiga menos juicios a periodistas por “quítame estas pajas”, menos despidos sin explicación (y menos gente que los intente justificar), una mejor conciencia sobre lo que hay que difundir (y lo que no se puede hacer), así como la necesidad de entender que, finalmente, el periodismo busca que el ciudadano tenga información para tomar mejor sus decisiones, desde un voto en una elección presidencial hasta la asistencia al cine o a un partido de fútbol. Buenas noches, buena suerte.