lunes, 26 de abril de 2010

CAMBIOS EN AMERICA TELEVISION

23 de juliode 2007
Blog Desde el Tercer Piso
Escrito por: Jose Alejandro Godoy

La noticia empresarial del día tiene que ver con la composición actual de Grupo TV Perú S.A.C, principal accionista de Plural TV, la empresa que controla la mayor parte de acciones de América Televisión, luego del proceso de reestructuraciòn patrimonial en el que està incurso la empresa televisora.

Como saben, Plural TV es conformada por tres grupos empresariales: El Comercio, La República y el colombiano Grupo Santo Domingo. La relación comercial iba viento en popa, hasta que El Comercio comenzó con las revelaciones de la supuesta coima pagada por Bavaria - la cervecera del grupo colombiano - al ex presidente de CONASEV y asesor de Alejandro Toledo César Almeyda.

A pesar que el caso ha quedado archivado en el Poder Judicial por falta de elementos probatorios, lo cierto es que la relación entre ambos socios había quedado resentida y eran fuertes los rumores de que los colombianos querían vender su parte en la empresa.

Hoy, a través de la web de CONASEV nos enteramos que la sociedad se deshace, por lo menos en lo que respecta a El Comercio y a los colombianos:

De conformidad con lo dispuesto en el Reglamento de Hechos de Importancia, Información Reservada y otras Comunicaciones, aprobado por Resolución CONASEV N° 107-2002-EF/94.10, cumplimos con informar que en Sesión de Directorio de Empresa Editora El Comercio S.A. celebrada el día jueves 19 de julio del 2007, con la asistencia de la totalidad de los Directores y en moción aprobada por unanimidad de los Directores, se autorizó a su Gerente General, Sr. César Pardo Figueroa Turner, y a su accionista, Dr. César Emilio Rodriguez Larraín Salinas, para negociar y, en caso se llegue a un acuerdo satisfactorio, suscribir un contrato de opción de compra recíproca con nuestros socios Prime Media Ltda., disponiendo que el Gerente General informe la suscripción del referido acuerdo de opción de compra como un Hecho de Importancia.

En virtud de dicha autorización, el 20 de julio del 2007 se ha suscrito con Prime Media Ltda. un acuerdo de opción de compra recíproca en las siguientes condiciones:

(i) Prime Media Ltda. ha otorgado a Empresa Editora El Comercio S.A. una primera opción de compra para la adquisición del 100% de las acciones de titularidad de Prime Media Ltda. en Grupo TV Perú S.A.C. E.M.A. por un plazo de 15 días;

(ii) Empresa Editora El Comercio S.A. ha otorgado a Prime Media Ltda. una segunda opción de compra para la adquisición del 100% de las acciones de titularidad de Empresa Editora El Comercio S.A. en Grupo TV Perú S.A.C. E.M.A. en caso no ejerza las opción en el plazo indicado;

Grupo TV Perú S.A.C. E.M.A. es titular del 70% de las acciones representativas del capital de Plural TV S.A.C. sociedad que a su vez es accionista controlante de Compañía Peruana de Radiodifusión S.A.

Para traducir del lenguaje abogadil: los colombianos le daban 15 días de plazo a El Comercio para comprar su acciones. De lo contrario, sería Julio Mario Santo Domingo quien se haría de la parte de los Miró Quesada en Plural. Sin embargo, fuentes allegadas a este espacio señalan que El Comercio ejercería la opción de compra.

Esta sería la segunda operación de importancia que el Grupo El Comercio hace en el campo de los medios de comunicación durante este año. En febrero, habían adquirido el diario Gestión a la familia Romero Caro. Ello lo consolidaría como el grupo empresarial más importante en el mercado de las comunicaciones.

¿Será la última operación del año?

MAS SOBRE EL TEMA:
La República: Grupo Bavaria se retiraría de América Televisión
Pepitaspuntocom: Ojo con América Televisión

“Congreso se muere de miedo ante El Comercio”

Diario Expreso
26 de abril de 2010
Entrevista a César Hildebrandt

El periodista César Hildebrandt, pronto a reaparecer en la prensa escrita con el semanario ‘Hildebrandt en sus trece’, afirma que la versión de Pablo O’Brien, respecto de los vínculos entre Giselle Giannotti y ex directivos del diario El Comercio, debe investigarse, aunque se mostró incrédulo de que esto suceda debido al temor que genera el poder mediático de ese diario.

Además. Hildebrandt sostuvo que ve en el Grupo El Comercio una intención de uniformizar y homogenizar la información, lo cual resulta nocivo para la conciencia pública.

–¿Vuelve a la prensa escrita con ‘Hildebrandt en sus trece’?

El hecho de fundar esta publicación se debe a que, cansado de que me boten, y como yo no me puedo botar a mí mismo, he decidido hacer algo mío. Y con Rebeca Diz, hemos fundado este semanario que espero vaya bien. El proyecto será duradero, en la medida en que el lector lo acepte y lo adopte.

Queremos hacer investigación bien dicha, investigación rodeada de crónica social también. Volver al periodismo de lo textual, de lo bien escrito; volver a establecer ese viejo parentesco del periodismo con la literatura, parentesco que se ha perdido porque ahora el periodismo parece enemigo a muerte de lo bien escrito. Casi todo el periodismo se ha convertido en enemigo mortal de la sintaxis y aun de la ortografía, para no hablar ya de la belleza. Queremos recuperar algunos méritos de la textualidad. Arduo trabajo.

Hildebrandt en sus trece será una publicación tamaño tabloide de 32 páginas a todo color, pero llena de información, donde no vamos a tener sino información porque hasta ahora, carentes de padrinos, no tenemos publicidad. Vamos a vivir de nuestros lectores. Eso esperamos. Ese es el costo también de ser independientes. No tenemos publicidad, pero confiamos mucho en la gente.

–¿Qué características le ve usted a la prensa escrita en el momento en que se anima a lanzar este proyecto?

Nosotros creemos que vamos a fabricar un producto que no existe, dedicado a la investigación y a la crónica social desde una perspectiva muy informativa y bastante literaria, en el sentido de cuidado del estilo. Nos parece que en eso sí podemos obtener una ventaja comparativa, en relación con lo que puede llamarse perfomance de la otra prensa.

–¿Ve usted que la otra prensa le está restando peso a la denuncia y a la investigación?

Creo que en algunos casos hay algunos compromisos de tipo financiero o amical que hace que la prensa, en ciertas situaciones, se sume a la tarea del entretenimiento, más que a la tarea de la investigación.

–¿Cuán dañino puede ser esto para la sociedad?

Mucho, porque convierte a la prensa en una extensión de la farándula. Lo que ustedes han publicado sobre las declaraciones de Pablo O’Brien –reconociendo que Business Track trabajaba para el diario El Comercio– es un aporte cualitativo para la investigación. Y, claro, lo simpático y agradable hubiera sido que esta entrevista a Pablo O’Brien hubiese salido en El Comercio para que este diario demuestre alguna capacidad de autocrítica.

–¿Pero eso se le hace realista?…

Pero eso sería lo ideal, de igual modo que don Pedro Beltrán publicaba las críticas en contra suya en su propio periódico.

–¿Ve usted una intención de parametrar a la opinión pública por parte de algún grupo mediático?

Yo veo una intención de uniformar, de homogenizar la información. Indudablemente detrás de esto hay intereses comerciales y mediáticos, que provienen fundamentalmente de una sola fuente que es el poderosísimo Grupo El Comercio. De ello no hay duda.

Frente a eso, los periodistas independientes vamos a tener que luchar a nuestra manera, cordialmente, pero con firmeza.

–¿Qué tanto daño le puede hacer el poder económico y mediático del Grupo El Comercio a la conciencia pública del país con su intención de homogenizar a la opinión pública?

En la medida en que se oculten cosas y se trate de ideologizar todo haciéndole creer a la gente de que vivimos en el mejor de los mundos, y de que debemos permanecer en un statu quo idílico, en esa medida frenamos fuerzas de progreso; frenamos inventiva social; obligamos a la gente a la resignación. Y eso preocupa.

–En relación con el aporte de ideas para el desarrollo del país, ¿qué tan negativa resulta esta situación?

Eso tiene un impacto negativo y, además, a largo plazo crea bolsones de resentimiento, que luego estallan en Tía María, en Chala, en Bagua, etc. Hay reventazones purulentas que no nos explicamos de dónde vienen, porque no entendemos que hay un divorcio entre la prensa –que dice que todo anda muy bien– y la realidad –que dice que no todo anda bien–.

Es cierto que no todo anda mal; pero es igualmente falso que todo ande muy bien. como nos quiere hacer creer cierta prensa.

–¿Esa prensa puede ser un caldo de cultivo de bombas de tiempo a futuro?

Indudablemente. La prensa que omite, encubre y oculta no hace sino aplazar desenlaces funestos; los aplaza un semestre, dos semestres, un par de años. Pero si las desigualdades se acrecientan, evidentemente los estallidos van a darse. En todo caso, el papel de la prensa es informar y esa es una tarea a la que no se puede renunciar.

–¿Qué tan peligroso podría resultar que el poder económico y mediático quiera a la vez tomar el poder político?

Creo que ahora el poder político depende del poder mediático. El poder político se ha sumado, como furgón, a la locomotora del poder mediático. Entonces ya no es necesario ningún asalto. El poder efectivamente está en manos de grupos de información; no sólo en el Perú sino también en el mundo.

Frente a esto hay una gran corriente de periodismo alternativo que está en la calle, en el internet, en algunas publicaciones; porque es necesario resistir el tsunami corporativo y pasteurizado con el que nos quieren, todos los días, ahogar o envenenar. La prensa independiente es cada día más pequeña en el país, y más amenazada. Por eso mismo, cada día tendrá que librar una batalla heroica.

–¿Para usted está clara la forma como El Comercio y La República se hicieron del canal 4?

Para mí está claro que ‘Chicho’ Mohme actuó honestamente, correctamente, comercialmente. En cambio para mí no está claro cómo El Comercio pudo hacerse con el 69 por ciento del canal. Tampoco está clara esa jugada de El Comercio para sacar a Bavaria, después de haberle servido como socio.

Más aún si recordamos hechos como el del señor Jaime Carbajal, llegando con 700 mil dólares, y que ahora preside la Cámara del Libro. Será la del libro contable; el libro del debe y el haber. Eso no está claro para mí y por supuesto que no se va a investigar nunca.

–¿Pero el Congreso debería investigar esa transacción?

Si tuviera pantalones, pero el Congreso anda en shorts. Pantalones largos no tiene. El Congreso se muere de miedo ante El Comercio, y entonces es imposible pedirle que investigue a El Comercio.

Pero absolutamente hay elementos para que se investigue y se esclarezca cómo El Comercio se deshizo de Bavaria. Fue mediante qué trámite obtuvieron esa enorme prerrogativa. El Grupo Romero les prestó el dinero para comprar las acciones. Con qué rapidez consiguieron ese préstamo. En resumen, cómo es que en definitiva el canal más importante de la TV peruana acabó en manos del diario más importante, del holding más importante, sumándole un poder yo diría que ya excesivo a un grupo que ya era poderoso.

Todo grupo que crece como una metástasis se convierte en peligro. Todo grupo mediático que tiende a acaparar demasiado se torna en amenaza, porque su tendencia será siempre a uniformar contenidos. Lo hemos visto en Argentina y en las dictaduras del cono sur. Entonces, si rechazamos las dictaduras –como expropiadora de la televisión– por qué no rechazamos la expropiación privada de la televisión en relación a acaparar, a través de un solo interés, el poder de la televisión?

Yo sí creo que esos grupos constituyen un peligro para la libertad. No sé si para la democracia –porque ésta es más fuerte que ellos–, pero sí para la libertad y la diversidad, que es parte elemental de la libertad.

El caso Bavaria

Por Gustavo Gorriti
Peru21
Dom. 08 agosto de 2004

Jaime Carbajal (el lobista de Bavaria) y Alberto Farfán (el operador de Almeyda) han confesado prácticamente con los pies. Su huida es comprometedora.

Entre todas las investigaciones y denuncias sobre presuntos casos de corrupción durante este Gobierno, ninguna es más importante que la posible coima que la compañía Bavaria, del grupo Santo Domingo, habría entregado al hoy desgraciado y antes muy privilegiado César Almeyda. Sobre el motivo y el destino final de la coima hay varias versiones y suposiciones, algunas de las cuales involucran, como es sabido, al propio presidente de la República, Alejandro Toledo.

La investigación está por ahora en un punto muerto. Y amenaza con permanecer en él -en un equilibrio vicioso de versiones contrapuestas, campañas enfrentadas, abogados marrulleros y logos maltratados-, a menos que surja algún elemento nuevo que aclare las versiones y confunda las coartadas.

El caso comprende tres países (Panamá, Perú y, de soslayo, Ecuador); y sitúa a dos socios (Bavaria y El Comercio) en una barroca relación de cooperación y conflicto.

Conozco los dos principales escenarios del caso, Panamá y Perú, especialmente el jaez de sus autoridades políticas y funcionarios judiciales, y ello me hace ser en principio pesimista respecto a la posibilidad de éxito de la investigación. Hay demasiada gente corrupta, con poder efectivo, metida en este caso; y los periodistas que lo desarrollaron cometieron algunos pecados de apresuramiento e ingenuidad durante el desarrollo de su trabajo, al no entender que iban a enfrentar aquí instituciones estatales y privadas que funcionan como verdaderas maquinarias de encubrimiento.

Asumiendo que el lector conoce lo básico del caso, voy a ordenar alguno de los elementos que considero más importantes para entender su desarrollo y sus dificultades:

Las bases sobre las que se abre el caso Bavaria fueron más que suficientes como para iniciar una investigación con fuerte presunción de culpabilidad, sobre todo por: 1) El testimonio detallado y en buena medida corroborado de un chofer, Hugo Durán, que en los hechos era colaborador cercano de Alberto Farfán, el operador principal de César Almeyda; 2) la sincronización entre los hechos denunciados y medidas favorables a Bavaria, por parte del Estado, que tuvieron lugar poco después.

La parte en apariencia más comprobable de la denuncia fue la aseveración de que Jaime Carbajal (el personaje de sinuosa trayectoria que funcionaba entonces como cabildero [lobista] de Bavaria) había sido detenido brevemente en Panamá al descubrírsele los cerca de dos millones de dólares en efectivo que llevaba consigo. Durán afirmaba haber visto ese dinero luego de la llegada de Carbajal a Lima y haber escuchado una versión del incidente de labios de sus propios protagonistas. El paso siguiente era, obviamente, verificar ese evento en Panamá, pero tomando en cuenta que Bavaria ya había intervenido para procurar no sólo la liberación de Carbajal (en Panamá no es delito sacar dinero en efectivo del país) sino asegurar que el incidente no quedara registrado.

Al llevar a cabo la investigación, El Comercio enfrentó un potencial conflicto de interés: iba a investigar a quien a fin de cuentas es su socio en la televisión. La sospecha y las acusaciones sobre motivos extra-periodísticos en la investigación eran inevitables. Frente a eso, El Comercio tuvo dos posibilidades: 1) No realizar la investigación, o; 2) publicarla, haciendo primero lo que los gringos llaman full disclosure, una revelación clara y plena de a) la relación empresarial con el grupo Santo Domingo; b) los potenciales o actuales puntos de conflicto en dicha relación y el efecto que la investigación pudiera tener en ella. El diario escogió la segunda, aunque -y esto es una falla- sin el nivel de disclosure aconsejable. Pese a esa falta por demás subsanable, creo que El Comercio hizo bien en tomar la decisión que tomó y que lo mismo hubiera sido decidido por cualquier periódico serio y de renombre en situación similar.

El Comercio, sin embargo, tomó algunas determinaciones operativas que afectaron el curso de la investigación. Decidió judicializarla antes de publicar; y publicó antes de haber verificado lo de Panamá.

El resultado fue que el grupo Santo Domingo tuvo el tiempo, los medios y la latitud necesarias como para reaccionar. No se trata, hay que decirlo, de los Niños Cantores de Viena, sino de una empresa ducha en guerras comerciales en el medio latinoamericano. Bavaria tiene, desde hace poco tiempo, el control monopólico de la cerveza en Panamá, luego de adquirir las dos cervecerías principales. Tiene también hegemonía en Ecuador y dominio monopólico en el Perú (que ahora intenta mantener por todos los medios posibles frente al ingreso de la belga-brasileña Ambev). El grupo Santo Domingo ha tenido y tiene, además, fuerte presencia propietaria en medios periodísticos, sobre todo en Colombia. Su ingreso al periodismo, vinculado además con su potencia como anunciante, ha sido nefasto para la libertad de prensa.

Luego de haber cometido lo que a mi concepto fue el error de la judicialización previa y la publicación apresurada, El Comercio intentó verificar el entonces ya muy publicitado incidente en Panamá. Para hacerlo buscaron la cooperación del diario La Prensa de Panamá, (del que fui director asociado durante cinco años). Un directivo de El Comercio se comunicó con Juan Luis Correa, gerente general de La Prensa, pidiéndole colaboración; y poco después viajó el periodista Pablo OBrien a Panamá. Ahí, OBrien tuvo contacto con Rolando Rodríguez, el sobresaliente periodista de investigación de La Prensa.

Luego de varios días, OBrien obtuvo copia de la reseña del incidente de un libro de bitácora de la seguridad aeroportuaria del aeropuerto de Albrook. El facsímil fue publicado en Lima, y ello pareció adelantar significativamente la investigación.

Sin embargo, el reporte en el libro de bitácora tenía errores de hora, de fecha y también en el número de matrícula del avión que transportó a Carbajal y su maleta.

Eso fue aprovechado al máximo por Bavaria, que buscó descalificar toda la investigación a partir de esas inexactitudes y anunció una demanda penal contra El Comercio. La demanda no fue hecha ni en Perú ni en Nueva York, sino en Panamá, ante el fiscal César Augusto Herrera.

El avión que trajo a Carbajal resultó pertenecer a Rafael Bárcenas, dueño, entre otras cosas, de una de las principales agencias publicitarias de Panamá y empresario altamente dependiente de Bavaria. Bárcenas, a quien le dicen "Boli", es un nuevo rico que lucha contra los demonios de la inseguridad con las armas del ostento y el aspaviento.

Tiene además poder, porque maneja muchas cuentas publicitarias, entre las cuales, ya adivinan las de cuál cervecera. Es amigo de Juan Luis Correa, el gerente de La Prensa, quien era la persona menos indicada a la que solicitar colaboración en una investigación en la que "Boli" y sus cuentas iban a ser afectados.

La Prensa no es ya más el diario ilustre, de señera trayectoria, que presidieron Roberto Eisenman y Juan Arias Zubieta. Su presidente hasta hace pocos días, Federico Humbert Arias, ordenó -poco antes de dejar el cargo y viajar a Washington como embajador de Panamá del nuevo presidente Martín Torrijos- que La Prensa no se metiera en el caso Bavaria-El Comercio, que no investigara nada por su cuenta. Con ello maniató a Rolando Rodríguez, una de las pocas personas que hubiera tenido posibilidades de descubrir el entripado.

Luego, cuando las autoridades de Aeronáutica Civil maltrataron a Carlos Eduardo Huertas, un periodista de la revista Semana, de Bogotá, resultó evidente que los resortes del encubrimiento ya se movían sincronizadamente en Panamá. Según Rolando Rodríguez, una de las personas a quienes contacté en estos días sobre el tema, "hasta ahora ha sido imposible ver el libro de bitácora. Huertas hizo una solicitud formal ante funcionarios de la Autoridad de Aeronáutica Civil de Panamá y ni siquiera lo atendieron para decirle que no era posible verlo. De hecho, fue obligado a salir de las instalaciones de Aeronáutica y la cinta de su grabadora de audio fue destruida por un agente de esa dependencia estatal".

Sobre lo que pasó en Albrook, Rodríguez me escribió lo siguiente: "Lo que puedo decirte es que hay más de un informe sobre el incidente ocurrido en Albrook y el pasajero de Bavaria. Al menos uno de ellos, me fue descrito por un miembro de la comunidad de inteligencia como un documento manuscrito del cual se hizo después una copia mecanografiada, la cual no aparece ahora. Me dijo además, que cuando preguntaba por este documento, inmediatamente las fuentes solían callarse y no hablar más del tema". Inteligencia, o lo que pasa por tal, depende en Panamá directamente de la Presidencia de la República.

Un signo adicional en ese tema es que José Antonio Sossa, el procurador de la República, haya declarado que va a tomar cartas en el asunto. Sossa es uno de los funcionarios judiciales más corruptos del Hemisferio y un perseguidor pertinaz, aunque poco exitoso, de puro bruto, del periodismo, especialmente del de investigación. Lo digo yo y lo dicen las organizaciones dedicadas a la defensa del periodismo. A su lado, Blanca Nélida Colán y hasta Alejandro Rodríguez Medrano resultarían funcionarios probos. Que en ese contexto, Bavaria haya denunciado a El Comercio en Panamá ante César Augusto Herrera, un dócil subordinado de Sossa, indica que los bribones se han movilizado, decididos a que la búsqueda de la verdad no quede, bajo ningún concepto, impune.

Sin embargo, pese a que lo reseñado líneas arriba sugiere el pesimismo, hay otros factores que lo contrapesan. A saber: 1) La huida de Carbajal y la de Farfán. Ambos han confesado virtualmente con los pies. La fuga de Carbajal, cuya vinculación con Bavaria es insoslayable, resulta particularmente comprometedora; 2) La amenaza del Foreign Corrupt Practices Act para el grupo Santo Domingo. Al respecto, Carlos Andrés Ganoza publicó lo siguiente en Semana Económica, el 25 de julio:

" Si bien Bavaria ha colocado bonos en el mercado estadounidense, no los registró bajo la Ley de Valores de ese país, por lo que actualmente no estaría dentro de la jurisdicción de la SEC [Securities and Exchange Commission] ni del Departamento de Justicia de EE.UU. No obstante, es conocida la intención de la cervecera de listar sus acciones en la Bolsa de Nueva York como parte de su estrategia de financiamiento para expandirse regionalmente. En ese caso, una declaración judicial peruana que involucre a Bavaria directamente en actos de corrupción, podría costarle la inscripción ante la SEC, y la posibilidad de emitir valores en esa plaza".

Otro aspecto por investigar es si aquel viaje de Jaime Carbajal tuvo que ver o no con la enconada y nada limpia guerra comercial que libran hoy Bavaria y Ambev en el Perú. Pero ese es tema de otro artículo.

Finalmente, hay mucha gente que sabe lo que pasó, y que no ha hablado, entre ellos los fugados Farfán y Carbajal. En San Jorge, a su turno, Almeyda resiste hasta ahora los estímulos, las sugerencias y hasta las endechas para alimentar el género ilustre de las confesiones y el catártico de las penitencias. Y aunque no creo probable que ello se produzca, no hay que abandonar la esperanza ni renunciar a la sorpresa.

Dear Ocram001

Dom. 25 abr '10

Peru21
Autor: Marco Sifuentes

Querido ocram001:
Hemos inhabilitado el siguiente material como resultado de una notificación de RBC TELEVISION CANAL 11 PERU alegando que este material trasgrede sus derechos de autor: Belmont, págale a los errebecistas.
Sinceramente,
El equipo de You Tube”
Hace unos días me llegó este correo de You Tube avisándome que habían retirado uno de los videos de mi canal personal, debido a que infringía los derechos de autor. El video era un reportaje que hice en 2006 para Frecuencia Latina sobre el enfrentamiento entre la Asociación de Errebecistas estafados y la persona que consideran responsable de todas sus desgracias: el entonces candidato al Congreso, Ricardo Belmont. El material, en modo alguno, le pertenecía a RBC Televisión, pero supongo que resultaba incómodo para el 'Hermanón’ y por eso denunció “copyright infringment” ante You Tube.

Como cualquier otra web que ofrece una plataforma de publicación, You Tube no se hace responsable por los contenidos de sus videos pero sí tiene vías para que terceros soliciten el retiro de cualquier material que viole la ley o que no cumpla con las normas internas del servicio. En You Tube, la gran mayoría de procesos de eliminación de contenido está relacionada a infracciones de copyright, el gran cuco de nuestros días.

You Tube tramita velozmente toda supuesta vulneración a los derechos de autor, sin tomarse el imposible trabajo de chequear la validez de cada uno de los miles de reclamos que procesa. Gracias a la presión legal del acta DMCA (Digital Millennium Copyright Act), no les queda otra más que borrar primero y preguntar después. “Copyright” se ha vuelto una palabra mágica, si uno la invoca se acabó la historia, aunque el reclamo sea absurdo y aunque, por ejemplo, lo que estén retirando sea un video sobre el dueño del canal y no un video del canal.

Algo similar sucedió con John McCain durante la última elección presidencial norteamericana. En el momento más crítico de la campaña, muchos videos de propaganda fueron retirados de You Tube por supuestamente trasgredir los derechos de algunos canales. Según la DMCA, el supuesto infractor puede defenderse y el proveedor de la plataforma (en este caso, You Tube) tiene dos semanas para resolver el caso. El problema es que dos semanas son “toda una vida en una campaña política”, como dijo la campaña McCain en una memorable carta sobre los abusos generados a partir de la DMCA. Con este antecedente, no se sorprendan si el copyright se convierte en un arma de guerra sucia en las ya desplegadas campañas 2.0 de nuestros candidatos.

Y así, muchas veces “copyright” esconde a otra palabreja, mucho más familiar: censura. Por eso es que los gobiernos juegan en pared con la industria del entretenimiento impulsando tratados como el inminente ACTA que, bajo la fachada políticamente correcta de un acuerdo contra la falsificación, quiere establecer un DMCA global y con esteroides, implantar una especie de régimen policial en toda la red. El ACTA todavía no se firma pero esta semana se ha filtrado un preocupante borrador.

Seamos claros: este no es un tema de piratería, protección de marcas o derechos de autor. Es una lucha por la libertad de expresión. El mismo Google lo ha entendido así y esta semana se ha defendido brillantemente de una treintena de gobiernos que le han solicitado remover contenido de sus plataformas. Ha creado un mapa que muestra qué gobiernos han tramitado esas solicitudes y cuántas son. Ojo: el Perú es uno de esos gobiernos que ha solicitado borrar información de Google.

Según el mapa publicado esta semana, hasta diciembre de 2009, Perú ha tramitado menos de diez “removal requests”. ¿Qué es lo que nuestro gobierno ha pedido borrar? Google, elegantemente, no lo dice pero sería bonito que alguna autoridad local nos informe.

Lo que tienen en común la industria del entretenimiento y los gobiernos es que han perdido el monopolio de la información. La información ahora es accesible a cualquier persona independientemente de los viejos circuitos empresariales y políticos, pero no solo eso, sino que cualquier persona puede producir información fuera de esos circuitos. La información es poder y quienes la manejaban han perdido ese poder. El viejo orden se defiende con un arma: el copyright, pero Internet siempre encuentra las formas de escabullirse. Por ejemplo, ahorita me voy a ver en qué servicio de videos alternativo subo ese reportaje sobre esa persona que es, a la vez, parte de la industria del entretenimiento y de la política.

sábado, 24 de abril de 2010

Abril de 1961, Bahía de Cochinos

Blog del Tío Juan

Por Juan Gargurevich
24 Abril 2010
El diario La Prensa utilizó toda su primera página para extender este titular: “Comenzó la lucha por la liberación. Invasores atacan Cuba por aire, mar y tierra”. Y el despacho decía “Miami 17 (UPI).- Las fuerzas invasoras cubanas libraron hoy una sangrienta batalla en la zona pantanosa próxima a la Bahía de Cochinos, a unos 150 kms. al suroeste de La Habana, mientras unidades de la Fuerza Aérea, Armada y las milicias castristas se unían a los guerrilleros para derrocar al gobierno de Fidel Castro”.

Desde entonces han corrido ríos de tinta para contar aquel dramático error del presidente Kennedy que, mal informado por sus aparatos de inteligencia, dio luz verde al plan de su antecesor Eisenhower para invadir Cuba.

Poco se ha contado en cambio de la otra batalla, la que se libraba en paralelo y que tenía como protagonistas a las poderosas agencias de noticias norteamericanas de un lado, y las todavía débiles voces castristas, del otro (como la radio La Habana, por ejemplo).

Al comenzar las operaciones de aquellos 1200 invasores las redacciones de los diarios fueron abrumados por noticias como estas, que fueron publicadas:

“Nueva York 17 (UPI).- Fuerzas rebeldes que operan en el interior de Cuba dieron muerte a la escolta militar de Fidel Castro, que salió ileso del atentado”.

“Nueva York 17 (UPI).- La Isla de Pinos fue tomada por los rebeldes y 10 000 prisioneros políticos fueron puestos en libertad y se plegaron a la rebelión”.

“México 17 (UPI).- El Primer Ministro Fidel Castro se ha dado a la fuga y su hermano Raul fue capturado. El general Lázaro Cárdenas gestiona el asilo político de Fidel”.

“Miami 17 (AP).- Se tiene informaciones de que se lucha en las calles de La Habana”.

Todo era falso, inventado y puso en ridículo a esas famosas agencias de noticias que debían haber conservado un mínimo de seriedad y distancia. Pero sus despachos formaban evidentemente parte de la estrategia de la CIA que aseguraba que todo acabaría en 24 horas.

El fiasco se hizo evidente a las pocas horas pues los cubanos se defendieron con eficiencia y rechazaron el ataque. Pese a ello siguió la guerra periodística:

“México 18 (UPI).- El lujoso Hotel Habana Libre, en la capital cubana, quedó totalmente destrozado después de un ataque aéreo a La Habana”.

Al día siguiente, 19, La Prensa lanzó un cauto “Informes del frente siguen confusos y llenos de misterio”, para rematar el 20 con “Castro estaría afectado de incapacidad mental”.

Hicieron el ridículo todos, La Prensa de Pedro Beltrán, sus editorialistas pero sobre todo la actuación quedó como un baldón para las agencias de noticias que no vacilaron en comprometer sus viejas glorias periodísticas en un error de su gobierno.

El periodismo malvado

24 de abril de 2010

Por Raúl Mendoza Cánepa
Extraido de su Blog

Ya conocía esta historia, pero vale recordarla. El mismo César Hildebrandt lo confesó hace un tiempo y lo rememoró en su semanario ayer (Hildebrandt en sus Trece). Raúl Ferrero Costa era a fines de los 70 un joven de buen ver y con aspiraciones políticas. Tanto que se avizoraba como una promesa presidencial para los 80.

Gracias a la argucia de Manuel Ulloa, Ferrero fue sometido al juicio implacable de Hildebrandt en el Programa Pulso, que entonces dirigía Alfonso Tealdo ¿Qué ocurrió? Ulloa descubrió que el joven político y columnista había plagiado los fragmentos de un libro para un artículo publicado en Expreso. Es decir, la joven promesa era un “fraude”. Hildebrant lo hizo añicos en el programa, lo emboscó y le disparó a mansalva. Ferrero apenas pudo balbucear algunas palabras. Estaba lívido.

Entiendo que Ulloa le jugara una mala pasada al joven Ferrero, pero difícil de entender por qué un periodista puede demoler la honra de un aspirante que erró en un paso, tuvo un desliz, perpetró un pecadillo; transgresión que no lo descalificaba en sustancia. En el summum de la intolerancia, Ferrero fue acorralado y muerto esa noche. Pudo haber sido una gran carrera política. Todo por unos miserables párrafos.

Lo mismo le ocurrió a Fernando Iwasaki, que plagió en un artículo algunos párrafos y fue descubierto. Dicen que quien delató fue un afamado profesor de izquierda, sin ambages para castigar el más mínimo desliz de quien corriera en la otra orilla. Iwasaki estaba en el Fredemo. Se anunciaba como un historiador de fuste, un intelectual de nota y un escritor en ciernes. Una noche Hildebrandt lo lapidó. Iwasai, contrito y cabizbajo, admitió en el programa que, efectivamente había plagiado y ese fue su fin. Poco tiempo después se fue del Perú y le va muy bien como un escritor de reconocida pluma en España.

No me detengo en Bryce, que es un habitué de la copia, sino en dos personajes que, al margen de sus sendos pecadillos, tienen el merito para brillar sin necesidad del copy paste, pues Ferrero es un jurista honorable e inteligente e Iwasaki un intelectual bastante respetable. Y si es así ¿Para qué dispararles a la cabeza? ¿Cuál fue el merito del periodismo o más concretamente de Hildebrandt en sendas noches? ¿Matar al santo por no encender una vela? ¿Y si Iwasaki, muy por encima de un articulillo nimio era un gran intelectual rompiendo el cascarón? ¿Y si Ferrero, mucho, pero mucho más allá de su pecadillo idiota, era la progenie de un gran estadista?

Aquí unos párrafos pequeños de lo que Hildebrandt nos cuenta, no sé si con orgullo o remordimiento, que es una forma de liberar demonios que nos muerden sin descansar sus fauces: “Un día nos avisaron que el invitado era Raúl Ferrero, un abogado buenmozo y de éxito que acababa de fundar un partido político (…). Era un hombre sin pasado político que publicaba artículos de connotaciones jurídicas en el diario “Expreso” y que nadie sabía por dónde agarrar. Faltando un día para el encuentro, me llegó un sobre de la oficina de Manuel Ulloa (…). Dentro del sobre había un libro y dentro del libro una página señalada con un marcador y varios párrafos pintados con un resaltador. El libro venía acompañado de un artículo que Raúl Ferrero había publicado en “Expreso”. Bastaba leer los párrafos marcados en el libro y compararlos con los del artículo para darse cuenta de que se parecían como una fotocopiadora se parece a otra fotocopiadora de la misma marca y modelo. El asunto era que el libro se había publicado diez años antes que el artículo: Raúl Ferrero acababa de morir como un nonato más de la política peruana”.

Hildebrandt continúa: “Y, en efecto, murió en el set de “Pulso”. Confrontado con el plagio, se puso verde retama, primero, y amarillo desvaído, después, balbuceó una respuesta que contenía las frases “demasiadas ocupaciones” y “omisión de cita” y entró con todos los honores al panteón de las jóvenes promesas interrumpidas por un hallazgo perverso. Al terminar la grabación, Tealdo se me acercó y me dijo: -Lo mataste. ¿De dónde sacaste el libro? -Me lo dio alguien pero no te puedo decir quién. En efecto, Manuel Ulloa me había hecho prometer que jamás diría que fue él quien me envió el misil”.

Lo curioso es que quienes conocen a Ferrero saben que es un hombre honesto, un hombre honesto (que como todos) un día pecó. Y como la suerte es una maldición para unos y una bendición para otros, los bonos de Hildebrandt subieron y hasta lo llamaron del Canal 4 y el resto es ya historia conocida.

Ferrero fue decano del CAL y senador por breve período. Si estuviera en este blogger, sería no menos ni quizás más que Presidente del Consejo de Ministros en algún Gobierno que se respete para que borré de un plumazo un artículo por el que ya pagó con creces.

martes, 20 de abril de 2010

¿Ética y comunicación?

Diciembre 15, 2006

Cesar Hildebrandt Blog
Escrito por César Hildebrandt
(Publicado por La Primera)

Me invitan a un conversatorio sobre ética y comunicación y suelto mis verdades y la gente se ríe y todo se convierte en una chacota general.

A mí me alegra que una supuesta disertación académica termine en risotadas y festejos. Porque eso de emparentar ética y comunicaciones resulta muy gracioso, hablando en general, en este país nuestro.

Por ejemplo, digo, ¿ustedes creen que Empresa Periodística Nacional, la que edita los diarios que imitan a The Economist como son Correo, El Bocón, Ojo y Ajá, pueda decir algo sobre los abusos sin nombre de la SUNAT cuando, al mismo tiempo, y a pesar de ser cuantiosa deudora de impuestos, recibe de ese ente recaudador, sólo por publicidad del año 2006, la suma de un millón doscientos mil soles, tal como consta en el contrato celebrado entre Nasser Benjamín Saca Aguilar, intendente nacional de administración de la SUNAT, y Luis Manuel Agois Banchero, a nombre de Epensa?

¿Ustedes creen que el director de Correo podrá hacer una investigación sobre las posibles –casi olorosas– mugres de la SUNAT cuando su empresa, que le debe millones a la SUNAT, recibe de la SUNAT un millón doscientos mil soles para poner avisos que nadie necesita leer pero que se ponen para mantener a Correo debidamente engrasado a pesar del óxido indeleble de la familia fundadora?

Entonces la gente se ríe. Y se carcajea.

–¡A mí me vienen con el cuento de la ética y la comunicación! –digo.

Y pregunto:

¿Y saben cuánto ha recibido El Comercio de la SUNAT sólo en el año 2006? Pues aquí lo tienen: un millón seiscientos veinticinco mil soles. Y, al igual que en el caso de Correo y adjuntos, no por la vía de una licitación sino por el atajo del llamado y conveniente “proceso de exoneración de selección”, sustituido en este caso por “la contratación del servicio personalísimo”. Así consta en el contrato firmado este año por el mismo Nasser Saca (¿de dónde sea?), de la SUNAT, y el señor César Pardo Figueroa-Turner, representante de El Comercio.

Pardo Figueroa-Turner es el mismo señor que, hasta bien entrado el año 2005, seguía firmando, a nombre de El Comercio, contratos de canje publicitario con Aerocontinente, la empresa de Fernando Zevallos González, condenado por narcotráfico a 20 años de prisión, delitos cometidos, como le consta a los lectores de El Comercio, desde 1984 y para cuya ejecución el tal Zevallos empleó muchas veces como tapadera la empresa Aerocontinente, voladora entidad gracias a la cual –hasta que fue cerrada por quiebra– viajaban gratis, por territorio nacional y extranjero, los periodistas y directivos de El Comercio.

–¿Y ustedes creen que así se puede hablar de ética y comunicación? –pregunto con cierta cachita relamida. Y la gente se cae de los asientos de la risa.

Pregunto entonces al risueño público que me honra con su presencia en el auditorio de Petroperú:

–¿Saben ustedes cuántas veces el Estado peruano ha reprogramado la deuda de Panamericana Televisión, deuda contraída en 1982 con el aval del Estado, pagada por el Estado, deshonrada por Panamericana TV y reprogramada por tercera vez en diciembre del 2005 gracias a un vergonzoso Decreto Supremo firmado por Alejandro Toledo y Fernando Zavala?

Muestro el documento y leo la fecha de su publicación en El Peruano: 28 de diciembre del año 2005, día de los santos inocentes.

Carcajada general. La gente se divierte cada vez más.

–¿Y saben a cuánto asciende la deuda que Panamericana Televisión contrajo hace 24 años y que ya pagó el Estado en su nombre? Pues a cinco millones trescientos cuarenta y cinco mil dólares con el Eximbank y a diez millones setecientos ochenta y dos mil euros con el Paribas.

Y termino de preguntar:

–¿Y por qué Panamericana Televisión jamás fue embargada, como lo habría sido la más pequeña de las ferreterías si debiese cien soles a la SUNAT? Y me respondo: ¡porque es un canalazo!

Más risas de catarsis y de suero de la verdad puesto en vena.

Pregunto a mis oyentes:

–¿Y saben lo que hacen los poderosos de la comunicación –no de la ética– cuando no quieren pagar sus impuestos?

Les cuento entonces la historia verídica y recientísima de Frecuencia Latina, el canal de las ventanas indiscretas y los enjuagues discretísimos.

La historia es como sigue. El Canal 2 debe más de 30 millones de soles de impuestos. Cuando la SUNAT quiso cobrárselos, Canal 2 planteó una acción de amparo, firmada por el propio Baruch Ivcher, en la que le solicitaba a un juez que le dijera a la SUNAT que dejara de cobrarle porque eso atentaba “contra los derechos constitucionales” del demandante, habida cuenta de que el señor Ivcher, a pesar de haber cobrado –en una ventanilla discretísima del Banco de la Nación– más de veinte millones de soles como indemnización del Estado, todavía se considera víctima indemnizable de “la persecución fujimorista”.

Pues bien, para hacerla breve: como el asunto no parecía prosperar, entonces el señor Baruch Ivcher recurrió a una jugada maestra que la escuela de Chicago no aplaudiría: mandó a dos trabajadores suyos –los señores Luis Gallardo Cerna y Luis Cruz Rivera– a plantear una acción de amparo en contra del Ministerio de Economía y la SUNAT.

¿Dónde clavaron el amparo? ¡En el cuarto juzgado civil de Trujillo, que nada tenía que ver con el caso!

¿Y el juez lo aceptó?

Sí, el juez de ese despacho, doctor Antonio Escobedo Medina, lo declaró fundado y envió una resolución a la SUNAT en los siguientes términos:

“Ordénese a la SUNAT la suspensión de cualquier acto, resolución o procedimiento coactivo en el estado que se encuentre y la prohibición de adoptar nuevas cautelares o de ejecución, o de dictar nuevas resoluciones o iniciar nuevos procedimientos…”

–¿Esta es una obra maestra del ingenio jurídico, sí o no? –pregunto.

Y añado:

–Es que me olvidaba decirles qué aducen los supuestos trabajadores de Canal 2 que presentaron el recurso para que SUNAT no le cobrara al canal de la señora Chichi. ¿Saben qué aducen? Que si la SUNAT le cobra al canal de la señora Chichi, pues entonces ellos pueden ver en peligro el cobro expectaticio de sus indemnizaciones, porque la empresa podría cobrar…

Ahora sí que mucha gente estalla en risotadas, se tapa la boca mientras ríe, se dobla porque parece dolerles el estómago, se desahoga en suma como si lo que acabaran de oír los liberara de un mito que los tenía secuestrados, que infectaba su libertad e impedía esta risa libertaria que los devuelve a la cruda y sucia realidad.

¿Ética y comunicación?

No me hagan reír. Sólo un puñado de periodistas –algunos de los cuales sostienen su lucha ante el ceño fruncido de sus patrones– sostienen lo que queda del prestigio de la prensa peruana. Los demás se han hundido en el pragmatismo modelo Alan García y han hundido al gremio con él. Son tan pragmáticos que dan náusea.

P.D. Agradezco el gesto de Alfredo Marcos porque intuyo cuánto le ha costado imponerlo. Mis gracias a Danilo Quijano, a Miguel Ángel Zapata, a Tulio Mora, a Enrique Sánchez Hernani, a Carlos Ostolaza, a Luis García Miró y a muchas otras personas que me han expresado su solidaridad. Aunque me disgusta debo referirme, sin embargo, a la infame nota que ayer publicó Aldo Mariátegui. Sin referirse para nada al acoso judicial del que soy ocasional víctima –mañana podrá ser él y tendrá mi solidaridad–, este chico talentosísimo, que hubiera podido honrar su apellido pero que ha preferido ser huérfano de Friedman y viudo de Pinochet, dice que estoy fuera de radio San Borja porque mi programa no se escuchaba. Lo desafío a que se lo pregunte a Álex Samaniego, dueño de la radio. Su teléfono es 98152508. Vamos, Aldo, si te queda algo de periodista, si las cenizas de Pinochet no han terminado de tiznarte, te ruego que llames a Samaniego y le preguntes si su decisión de dejarme sin salario se debió a falta de sintonía. Y te pregunto, además, dónde puedes haber leído cifras que no existen, dado que la medición de la sintonía radial se hace por trimestres y Al día con Hildebrandt no llegó a ser ni siquiera tresmesino. ¿Por qué tanta mezquindad? La verdad, me acostumbré hace años a que en el Perú pensar por cuenta propia es exponerse y decir verdades incómodas es ponerse a tiro de las más “chiquitas” pasiones. Así es el fútbol, que le dicen.

Varios comercios juntos

Agosto 2, 2007

CesarHildebrandtBlog
Escrito por César Hildebrandt
(Publicado en La Primera)

El Comercio no puso un centavo a la hora de comprar un tercio de su propiedad –puso a Canal N como aporte, o sea un montón de deudas, una montaña de aburrimiento y la pinta de mi pata Jaime De Althaus– y ahora, pagando 74 millones doscientos noventa mil dólares que se prestará de la banca amiga aceitada por el lobby del gobierno, se hará con el ciento por ciento de América Televisión, uno de los dos canales rentables de la televisión peruana (el otro, como se sabe, es el 9; la rentabilidad del 2 depende de si le paga a la Sunat lo que debe en impuestos: el gobierno parece estar presionando para que el Poder Judicial sentencie que Ivcher le pague a la Sunat una cifra simbólica y no los 54 millones de soles que debe).

Si la operación anterior de compra de América TV fue patrocinada por Alejandro Toledo, la de ayer ha sido bendecida por don Luis Carranza y don Alan García. Sin su discreto asentimiento, la familia Miró Quesada no se habría animado a empezar el carrusel financiero que le permitirá pagarle 40 millones de dólares a los colombianos –la cifra la anticipamos en esta modesta columna hace varios días– y 34 millones doscientos noventa mil dólares a Chicho Mohme, que se hizo del tercer tercio de Canal 4 poniendo su cara de palo y un portafolio que le regaló Eugenio Bertini por sugerencia del presidencialmente impresentable Alejandro Toledo.

¡El negocio del siglo! No pones un sol –pero ni un sol– y después te pagan 34 millones doscientos noventa mil dólares. Es decir que Garrido-Lecca es chancay de 20, Carlitos Slim moco de pavo, Bill Gates un huevonauta, George Soros caído del palto. Porque ellos pusieron algo para empezar: su labia, sus primeras ganancias, su talento, su temeridad en la bolsa, respectivamente.

Chicho, en cambio, fue virgen impoluta en ese comercio del año 2003. Ni un centavo sonante manchó sus manos, esas manos que sólo cargaban el portafolio con las deudas que el Canal 4 le tenía al banco Wiese y que el banco Wiese le había dado a Chicho sin pedirle nada a cambio, oh Dios milagroso.

Es cierto que Chicho había armado ese muñeco de transacciones invisibles y cortesías varias veces millonarias, ese canje de nadas en el que sólo los colombianos zoncitos llegaron a poner los 11 millones de dólares que valía Canal 4 en ese entonces. (Y todo para ser maltratados, negados en las reuniones y denunciados en falso por los despistados mafiosos de la Unidad de Investigación de El Comercio).

Pero que Chicho haya armado el cambalache aprovechando el amiguismo tolediano y los terrores de las hermanas Crousillat, no le quita el carácter casi vaticano a su flamante conversión en multimillonario en dólares. Caracho, Chicho: tu padre te habría mirado con orgullo. Si quieres lo pongo en tono de pregunta: ¿tu padre te habría mirado con orgullo? Elige la fórmula que quieras, pero desde la pobreza recién adquirida de este escribidor va una felicitación sin envidia para el nuevo rico de la familia Mohme y un deseo de que el chorreo de la fortuna salpique en algo los sueldos chinos que te han permitido ser tan exitoso. Chicho: ¡el verdadero descubridor de América eres tú!

En cuanto a El Comercio, qué decir: cuatro diarios, dos canales –sólo América TV vale 110 millones de dólares–, una revista, tres proyectos, 70 por ciento de la publicidad del mercado: nuestros Murdoch, nuestros Edwards, nuestros Berlusconi. Que con su pan se lo coman. El periodismo verdadero tendrá que buscar otros caminos.

Posdata: El huachafo de Julio Ortega defiende ayer la práctica del plagio y lo hace para atacar, taimadamente, a quienes denunciaron a Bryce y sus rentables copiandangas. Qué feo escribe Ortega: parece el musgo que le sale a los libros olvidados. Y, claro, este grafómano está a salvo de Bryce. Se trata, entonces, de la complicidad de un implagiable.

¿Aló, está Genaro?

Agosto 4, 2007

CesarHildebrandtBlog
Por César Hildebrandt
(Publicado en La Primera)

Alejandro Guerrero tirándole el teléfono a Genaro Delgado Parker es como si Robin le tirara el teléfono a Batman. O como si Gatúbela Chichi le tirara el teleprompter a Baruch, el Guasón mesoriental.

Claro que esa es la anécdota. El asunto serio es que Genaro se enfurece porque Guerrero no le ha puesto en pantalla la frase que, según el Padrino de Panamericana, le ha pedido poner en su noticiero el mismísimo doctor Alan García.

“El presidente me lo había pedido”, dice Genaro.

Claro que Genaro puede estar mandándose la parte. Claro que, de pronto, el presidente no lo llama tantas veces como llama a Ivcher a hacer migas y como le manda decir cosas a la gente del 4. Pero sería raro que Genaro se preocupase por una frase específica de una determinada aparición pública –se diría que ya no está para esas cosas–. Lo más probable es que haya sido algún Chirito el que haya pedido el asunto, a nombre del doctor García por supuesto.

Hace diez gratificaciones que Genaro entró al canal “como administrador judicial”. Fue en febrero del año 2003. Desde ese momento, los trabajadores han sido tratados como esclavos: tres o cuatro quincenas de retraso en los pagos, negativa a pagar horas extras, hostigamientos vejatorios a quienes reclaman, incumplimiento de pagos de AFP, CTS, Seguro Social y gratificaciones.

Genaro le debe a la Sunat, al MEF (por el perromuerto del Club de París, que data de 1982) y hasta al Ministerio de Transportes por no pagar el canon para el uso de la frecuencia (adeuda un millón de soles sólo por esto). Cuando el otro día la ministra de Trabajo le mandó un inspector –el jefe de inspectores, nada menos–, Genaro mandó tirarle la puerta en la cara. ¿Y qué hizo la digna ministra? Se quedó callada pero, eso sí, a los pocos días trató de traidores a la patria a los dirigentes de la CGTP.

Delgado Parker habla de una señal digital que no existe, de una bonanza que sólo se da en su cabeza de amnésico para las deudas y de un mundo universitario y académico que será “su legado”. Sueña con dejar una universidad del aire que enseñe, seguramente, los valores que él ha practicado. Si así fuera, se tratará de la tele-escuelita de Lurigancho.

¿De dónde le viene tanto poder? ¿Por qué esta incombustible capacidad para hacer el mal y zurrarse en las leyes? ¿Quién se ha creído que es?

Hace más de un año, la hijita de don Genaro, Patricia Delgado Cafferata, estafó al señor Luis Fernando Olazábal con 84,513 dólares. La distinguida damita, gerente general de Desarrollo Siglo XXI, le vendió un inmueble que no está edificado (ni siquiera hay terreno porque la propiedad es horizontal y corresponde a un edificio de departamentos). El señor Olazábal ha tratado de que Genaro afronte el problema porque él es el dueño de Desarrollo Siglo XXI. Genaro se ha burlado citándolo seis veces para no darle un solo centavo. De más está decir que director de Desarrollo Siglo XXI fue el ubicuo Hernán Garrido-Lecca, actual ministro de Vivienda, amigo tenaz de don Genaro.

Un juez del cono norte le dio el canal 5 para “administrarlo”. Genaro lo está terminando de matar. Y nadie dice nada. En otras partes cierran canales prósperos. Aquí permiten que el delito se entronice como ejemplo en el mundo de la comunicación. A eso le llaman “mercado y mano invisible”.

La uña de Genaro no puede ser más visible. El año pasado, ya gobernando el doctor García, obtuvo que el juez Ricardo Chang Recuay, de la Corte Superior de Lima, “sentenciara” que la Sunat, el MEF y el Ministerio de Transportes ya no debían hostigar más a Panamericana TV “cobrándoles las deudas que reclaman”. ¿Y saben por qué ese juez dictó esta infame sentencia, similar a la que quiere también a su favor don Baruch Ivcher? Porque Genaro y sus abogados presentaron unos bonos en intis que compraron en la época del primer Alan García y que han “valorizado”… ¡en más de doscientos cincuenta millones de dólares! (con lo que el Estado les resultaría “debiendo” 210 millones de dólares). Muy pocos días después, la Sunat –“obedeciendo” al tremendo juez– emitió la resolución que Panamericana recibió en sus oficinas el 1 de diciembre del 2006. ¿Que decía? “Suspender temporalmente el procedimiento de cobranza coactiva seguido bajo el expediente ODP 19990801414”. Genaro sonrió feliz.

Como debió de sonreír cuando tuvo la ocurrencia de hacer que Panamericana Televisión S.A. le pasase a Panam Contenidos S.A.A. (una empresa enteramente suya, creada para la ocasión) “la venta y la cobranza de los espacios publicitarios”. ¿Y cómo logró esto? Muy sencillo: hizo que en septiembre del 2005 ambas empresas (o sea él más él, sentados “ambos” frente a frente) suscribieran un llamado “Contrato de Asociación Empresarial”. El resultado fue que Panamericana TV S.A. se quedó sin ingresos (y por eso no paga) porque toda la plata de la publicidad se la lleva Panam Contenidos S.A.A. ¿Este es el capitalismo que el doctor García alienta para el Perú?

Y allí está Genaro. Con la misma mueca de siempre. Con el mismo aire de sinvergüenza inamovible y el mismo teflón salvador que lo exonera de la ley. Allí está logrando lo que Ivcher quiere ahora para sí: que el Estado no le cobre lo que deben. Porque ellos se sienten el Estado, la ley, el Ministerio de Trabajo y, en fin, la encarnación viviente de este sistema podrido que desalienta la honestidad.

Ivcher debería devolver 20 millones

Agosto 11, 2007

Cesar HildebrandtBlog
Por César Hildebrandt
(Publicado en La Primera)

El señor Baruch Ivcher Bronstein recibió del Estado peruano la suma de 20 millones y tres­cientos veinte mil soles como “indemnización” por lo sufrido durante la confiscación del Canal 2 a manos del régimen de Alberto Fujimori –régimen al que él sirvió hasta febrero de 1997–.

Esa suma hubiera pasado de puntillas por las ventanillas del Banco de la Nación, que giró el cheque a nombre de Ivcher, si este modesto columnista no hubiera tenido a bien mostrarle al público copia del pago –para vergüenza de Ivcher y sonrojo de su servidumbre–.

La misma noche en que exhibí el cheque fui atacado calumniosa y groseramente por la portavoz achorada de los intereses de Ivcher, la señora Cecilia Valenzuela. Me atacó para distraer la atención porque su único propósito era que la gente cambiara de rumbo y no siguiera dirigiendo la mirada sobre el cheque de marras.

A pesar de sus insultos, nunca he querido responderle como se merece a quien fue reportera de mi programa. Entiendo que aterrizar en su actual lodo para discutir a gritos, como a ella le gustaría, sería hacerle un favor. Sólo quiero recordar que el 2 de febrero del año 2006 a mí me sacaron del Canal 2 por no adular al candidato García y no sumarme al linchamiento de Ollanta Humala. Ella levantó el bra­cito y solicitó ser la fiel intérprete –disfrazada de santu­rrona– de los más zafios intereses de Ivcher. A los pocos días su humanidad doliente mordía a quien pudiera cada noche, un oficio que no por ser antiguo le ha resultado extraordinariamente rentable.

Pero esta columna no quiere insistir en la señora Valenzuela. Lo que quiero decir es que el señor Ivcher debería devolver los 20 mi­llones y 300 mil soles al Estado.

¿Por qué? Porque se trató de un fraude.

El laudo que falló por la indemnización fue dictado por los abogados Jorge Santisteban de Noriega, nombrado por Ivcher; Jorge Avendaño Valdez, designado por el Estado; y Felipe Osterling Parodi, nombrado por los otros dos y quien presidió el proceso arbitral.

Resulta, sin embargo, que ninguno de ellos debió participar en ese proceso.

La Ley General de Arbitraje, la 26572, señala en los artículos 18, 28 inciso 3 y 29 que los abogados que intervengan en un laudo arbitral deben ser imparciales respecto de la materia en litigio y no pueden haberse pronunciado sobre ella.

Y resulta que todo este proceso arbitral tenía como objeto determinar si Ivcher merecía o no una indemnización por haber sido blanco de la Resolución Directoral 117-97, del Ministerio del Interior, la misma que dejó sin efecto legal su título de nacionalidad peruana adquirido en 1984.

No es que la agenda fuera abstracta y que los “daños y perjuicios” se enumerasen en una lista interminable de agravios. Es que el fallo que debían emitir los peritos se circunscribía a los daños y perjuicios causados por la Resolución Directoral 117-97, publicada el 11 de julio de 1997.

Y bien, por esa misma fecha el señor Jorge Santisteban de Noriega se desempeñaba como Defensor del Pueblo. Y como Defensor del Pueblo emitió diversos pronunciamientos en favor de Ivcher, reclamando por la ilegal cancelación de su nacionalidad. Así consta, por ejemplo, en el oficio que envió al ministro del Interior, general César Saucedo, así como en declaraciones públicas a los diarios La República y El Comercio. No era, entonces, ajeno al asunto del laudo y ya se había pronunciado, enérgicamente, en favor de Baruch Ivcher.

Cuando el Canal 2 era administrado por los hermanos Winter, al doctor Jorge Avendaño le fue remitida una consulta. El doctor Avendaño la remitió el 22 de septiembre de 1997 a las oficinas de Canal 2. En ella, para disgusto de los Winter, Avendaño se pronunció a favor de los derechos socie­tarios de la sociedad conyugal Ivcher-Even, que se encontraba afectada por el retiro de la nacionalidad de uno de sus miembros.

Esta consulta fue presentada como prueba por la señora Noemí Even de Ivcher en la demanda que interpuso sobre Convocatoria a Junta General Extraordinaria de Accionistas del 1-12-97 ante el 29º Juzgado Civil de Lima (Expediente 64930-97).

En consecuencia, el doctor Avendaño ya tenía una posición adoptada sobre la ilegalidad de la Resolución que le canceló la nacionalidad a Baruch Ivcher –y que fue materia única del laudo arbitral– y no debió ser parte del proceso.

Y menos podía actuar como árbitro del Estado quien ya había dicho, en 1997, que la conducta del Estado peruano en el caso de Ivcher había sido abusiva e ilegal. Porque Avendaño actuó como representante del Estado en el laudo que favoreció a Ivcher –nombrado, según dicen, por presiones políticas impuestas por Toledo, que quería deshacerse de un verdadero acosador–.

El presidente del tribunal arbitral que favoreció a Ivcher con más de 20 mi­llones de soles fue Felipe Osterling Parodi. Fue el mismo doctor Osterling que absolvió una consulta profesional planteada por Frecuencia Latina durante la administración de los Winter, pronunciándose sobre la ilegalidad de la Resolución Directoral 117-97 del Ministerio del Interior. Tanto fue así, que la consulta absuelta por Osterling también fue usada por Noemí Even de Ivcher como prueba adicional en la misma demanda sobre Convocatoria a Junta General de Accionistas de diciembre de 1997.

Es decir, ninguno de los tres miembros del tribunal arbitral que terminó dándole más de 20 millones de soles a Ivcher debió participar en el proceso arbitral. Y bien haría el Ministerio Público en ordenar una investigación sobre esta costosa y fraudulenta operación.

El Comercio de la muerte

César Hildebrandt Blog
Agosto 27, 2007
(Publicado en el diario La Primera)

El diario más viejo del Perú –el más viejo del mundo probablemente, el metafóricamente antiquísimo El Comercio– ama la muerte de las bestias. Por eso es que tiene una página “taurófila” malescrita pero tenaz y por eso es que el viernes pasado nos lanzó a la cara las más repugnantes fotos que este escribidor y amante de los animales haya visto jamás: una res, amarrada al poste que la aproxima a la muerte, mira a la cámara pidiendo auxilio desde sus ojos exaltados; otra res, ya masacrada, yace junto a un charco de sangre y sanguaza mientras un camalero la empieza a jalar del rabo, sabiendo que se deslizará fácilmente en esos propios líquidos acabados de derramar.

Esta última foto ocupa la mitad de una página de este papelote que nada, sino regocijo, siente por la muerte de las bestias. Claro, un diario que dice que el espectáculo de Acho es pariente consanguíneo del arte no podía privarse de exhibir las fotos del camal de Chincha en plena actividad y en plena muerte. Sólo que esta vez se pasó de la raya. He hablado con algunas personas que comparten mi hermandad con los animales y me han dicho lo que yo pensé desde que vi esas fotos: El Comercio no tiene derecho de exhibir su tanatolatría como si fuera una virtud, siendo, como es, una de sus vergüenzas.

Y publica esas fotos atroces con un titular que le debe resultar familiar: “Alerta para matarifes”. Lo que no sabe es que ha alertado a muchos de sus lectores respecto del carácter malsano de algunos de sus editores, entre ellos el señor que escribe los “editoriales” de primera página, el señorón de tonterías tan sistemáticas y huachafadas tan redondas que, para usar el lenguaje de la tradición, podría ser tomado como el Belmonte de los Forrest Gump (de todo el mundo mundial, como diría el entrañable personaje del cine).

El Comercio nunca deja de sorprender con sus majaderías. El lunes 30 de julio del 2007, en la página once (tenía que ser) de ese cuadernillo que titula “Luces” y que alumbra la cultura peruana con su foco ahorrador de 25 vatios, se permitió publicar un artículo titulado “Un mecanismo anula el dolor al toro bravo en la lidia”.

Ya el título era idiota y hubiese bastado con él, pero un señor de nombre Bartolomé Puigróss, editor de esa sección, se lanzó a recoger la tesis de un madrileño que debe ser plumífero a sueldo de los matarifes con culito (o sea los toreros), y que ha llegado a la conclusión de que las betaendorfinas (hormonas del placer) liberadas en la lidia neutralizan el dolor del toro. Es más, el plumífero en cuestión señala que los toros que no son arponeados por las banderillas ni desgarrados por la pica ni finalmente asesinados por un analfabeto vestido de maricón (o sea el torero otra vez), es decir los toros bien tratados como en Portugal, ésos sufren más que los banderillados y los matados lentamente en las plazas de la barbarie.

Un encanto de teoría, en resumen. Una tesis “científica” escrita por alguien que acaba de sufrir un severo accidente cerebrovascular. Ya quisiera tener al citado plumífero madrileño, presentado en El Comercio como si de Gregorio Marañón se tratara, a mi alcance para ponerlo bajo el mandato interrogador de don Martín Rivas. Estoy convencido de que sus betaendorfinas se multiplicarían como células cancerosas al ver al maestro Rivas, en traje de luces, preparar sus alicates, afilar el bisturí, enchufar el cuchillo Moulinex y hacerle recordar las mejores imágenes de “Maratón de la muerte”, cuando a Dustin Hoffman un nazi le perfora un diente sano. ¡Cómo gozaría! ¡De qué modo neutralizaría todo asomo de sufrimiento gracias al chorreo de betaendorfinas! ¡Exijo verlo en tan dulce trance!

Pero, claro, así es El Comercio: un diario que ama el cuplé, baila con el pasodoble, homenajea implícitamente a diario a su fundador chileno, dice que los toreros son tan artistas como El Greco –aunque su director crea que el Greco se casó con Jacqueline Kennedy– y sólo es moderno cuando los chicos de Somos hacen su trabajo o cuando Falabella se pone gótica y nos avienta a sus modelos con ropa y todo.

Lo que El Comercio toca lo envejece. He visto a columnistas briosos adquirir un aire ceniciento a poco de instalarse en sus dominios. He visto a articulistas llenos de promesas perecer ahogados en la sopa de sobre de ese estilo que debe haber inventado Foncho Miró Quesada: consomé de nada, insipidez a ocho columnas. He visto a cronistas talentosísimos huir de la guadaña igualadora con la que los jefes de ese diario decapitan las anomalías del ingenio. Ese diario es como una wikipedia pero con ábacos: cree en el punto de vista neutral (de hecho fue neutral frente al fascismo de los años 30) y se niega a amanecer en el siglo XXI. Por eso ama las páginas de sociales, que recuerdan a “Variedades” de los años 30 del siglo pasado, y por eso se permite hacer, cada semana, la apología de esa matanza a la que acuden, por lo general, las que huelen a Chanel y los que se esfuerzan de madridismo bamba ensalivando un “Cohiba”.

Por eso “El Comercio” parece todavía, a pesar de ser el mejor diario del país (cómo será la crisis de la prensa peruana), el mausoleo que tanto odió don Manuel González Prada.

sábado, 17 de abril de 2010

Democratizar Internet

EL FUTURO DE LA POLÍTICA ESTÁ EN LA WEB

EL Comercio
Por: Francisco Miró Quesada R Director
Lunes 5 de Abril del 2010

Alejandro Toledo ofreció en entrevista a El Comercio democratizar Internet, porque él dice creer en la democracia digital.

Una propuesta, diríamos, original porque a la fecha no la ha hecho ningún “potencial” candidato; como también fue original —y se distinguió de los otros candidatos del 2001— cuando planteó “una economía con rostro humano”.

La democracia digital tiene varios nombres. Entre ellos, democracia telemática, democracia cibernética y hasta se la llama “república electrónica”, como afirma Grossman, uno de los grandes especialistas en el ejercicio de los derechos ciudadanos por medios digitales.

El politólogo estadounidense Robert Dahl propone cinco criterios básicos ampliamente aceptados, tanto en su validez operacional como por su fácil transformación a variables mensurables: participación efectiva, igualdad política (para este segundo caso se debe superar la brecha digital), entendimiento ilustrado, control de la agenda por parte de los ciudadanos y la inclusión, como la garantía de una igualdad básica en las facilidades.

Esta democracia digital, que en inglés es denominada e-government, pasa por diversos estados evolutivos:

Emergente: presencia en línea, páginas oficiales y links en diversas entidades públicas y ministerios.

Implementado: mayor cantidad de información, mayor disponibilidad de documentos, formularios y leyes. Aparecen boletines electrónicos.

Interactivo: disponibilidad de servicios en línea y aplicaciones web. Se aprecia un mejor servicio a la comunidad.

Transaccional: transformación del Gobierno en entidad con interacción bidireccional. Gran cantidad de servicios en línea disponibles.

Conectado: el Gobierno se ha transformado en una entidad conectada con las necesidades de la ciudadanía y ha rediseñado sus procesos. Fomenta y promueve la participación ciudadana a través de new media e involucra a la ciudadanía en el proceso de toma de decisiones.

Naciones Unidas publicó el 2008 un amplio estudio sobre el estado de los gobiernos digitales en el mundo. El Perú figura séptimo en América Latina y en el puesto 56 en el mundo. Estamos a media tabla, que no está mal.

El estado de desarrollo del e-government en el Perú es el siguiente: 100% emergente, 82% implementado, 58% interactivo, tan solo 11% transaccional y 19% conectado; 50% del total para realmente constituir una democracia electrónica integral en el país. Es explicable que el e-government peruano esté en los niveles emergente, implementado e interactivo, pero no por razones tecnológicas sino porque todavía no existe en la élite política, social y económica la voluntad de promover y ejecutar la democracia participativa en nuestra sociedad y esto se refleja en el desarrollo de “nuestra democracia telemática”.

Si en tiempo real la democracia es de intensidad baja, no tiene por qué ser diferente en tiempo virtual. Igualmente en la sociedad civil los espacios de participación son aún reducidos aunque en la primera década del siglo XXI han mejorado. La democracia telemática será más interactiva en cuanto a su implementación en la medida en que las relaciones sociales y la cultura sean más democráticas. Pero como hay que ir al rescate de la democracia en nuestro país, es decir, a una “democratización de la democracia” —creando las condiciones de gobernabilidad no solo sustentada en la representación sino en la participación ciudadana—, se deben hacer los esfuerzos para que en el ámbito virtual se avance hacia el estado transaccional y definitivamente al conectado, para pasar del e-government que es más informativo al e-democracy con interacción bidireccional y lograr, de esta manera, la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones.

Para ello se requiere elaborar un proyecto que contemple el diseño, elaboración e implementación de un sistema informático que facilite y posibilite la participación de toda la población. Este sistema debe desarrollarse contemplando todos los requisitos de participación ciudadana, las características de la población y deberá ser difundido a través de talleres de sensibilización.

La apuesta integral de la democracia electrónica en nuestro país debe ser parte de la agenda política de las próximas elecciones porque va a contribuir con la ampliación de los espacios democráticos; por supuesto, al lado de otros temas de interés nacional, como la lucha contra la corrupción, la inversión social (educación, salud, cultura) que es fundamental para reducir la pobreza, la seguridad ciudadana —garantía plena de nuestros derechos ciudadanos—, inversión en infraestructura, cuidado del medio ambiente, inserción del Perú a escala mundial, apoyo a la agricultura, entre otros de interés ciudadano.

martes, 13 de abril de 2010

“En Cuba el ciclo de silencio se ha acabado”

11 de abril de 2010
La República

Es la bloguera más polémica de Cuba. “Generación Y”, el blog que registra su crítica visión de la isla, es uno de los más leídos del mundo. Miles de personas comentan sus posts. El 2008 fue considerada por la revista Time una de los 100 personajes globales más influyentes. Domingo conversó con ella sobre la situación que enfrenta como disidente y sobre las protestas que se desataron en las últimas semanas. La oposición al régimen dictatorial, asegura Yoani, va creciendo poco a poco.
Por Raúl Mendoza

Sabemos que tienes enormes problemas para acceder a internet, como la mayoría en Cuba. ¿Cómo haces para mantener tu blog “Generación Y”?

–Escribir para internet en Cuba, uno de los países con más baja tasa de conectividad, es una verdadera aventura. Por ejemplo los cubanos no podemos tener internet doméstico en nuestra casa. Ese es un privilegio del que gozan solo los altos funcionarios o los extranjeros residentes en territorio nacional. De manera que personas como yo, que queremos mantener nuestra voz en el ciberespacio, tenemos que apelar a las conexiones en los hoteles donde una hora de internet puede costar un tercio del salario medio mensual. Por esa razón solo me puedo conectar una vez a la semana y optimizar el tiempo online. Y para colmo, desde marzo del 2008 el gobierno cubano implementó un filtro tecnológico que bloqueó mi blog en el interior del país. De manera que solo gracias a la solidaridad y a los comentaristas de mi blog, este espacio virtual ha podido sobrevivir. Yo envío los textos una vez por semana, varios, a través del correo electrónico. Y estos amigos virtuales me ayudan a colocarlos en el blog, de manera que van apareciendo en una secuencia que da la impresión de que yo estoy conectada. Pero en realidad estoy totalmente a ciegas.

–¿Cómo logran que no les cierren el blog, que no lo hackeen?

–El blog ha sido víctima de sucesivos hackeos. Incluso el día que me entregaron el Premio Ortega y Gasset, el 7 de mayo del 2008, y cuando el gobierno cubano no me dejó viajar, mi blog fue hackeado durante 24 horas. He sido víctima, pero esos momentos cuando borraban todos mis textos han servido para que yo salga más robustecida. Afortunadamente, hoy solo está invadido de ‘trolls’ –comentaristas recurrentes y molestos– que insultan, gritan o tratan de crear campañas de información, pero hasta ahora en los últimos meses ningún hacker ha logrado vulnerar la seguridad del blog.

–A propósito de lo que publicas en tu blog has sufrido numerosas agresiones. ¿De qué otros hostigamientos eres víctima?

–Escribir un blog y emitir una opinión crítica distinta a la del gobierno tiene un costo social y personal muy alto. En mi caso eso se ha materializado en el hecho de que no puedo salir de mi país. Todas las veces que he pedido autorización para viajar, me ha sido negada. Incluso ahora mismo se está presentando un libro mío en Chile, llamado “Cuba Libre”, y yo estoy prisionera en La Habana.

También el acoso policial, las campañas de difamación, la presión sobre mi persona y sobre mis amigos y mi familia. Eso es un intento de ‘radioactivizarme’ socialmente para que nadie se acerque a mí. Trato de vivir con todo eso y que esa presión no influya en la frescura de mi escritura.

–Expresar un desacuerdo con algunas decisiones del gobierno, decir lo que se piensa, no significa estar en contra del modelo socialista. ¿Cuál es la situación de la libertad de expresión en tu país?

–En Cuba está penalizada la discrepancia. Es un país donde las personas que piensan diferente al gobierno y lo expresan y hacen patente su contrariedad, son penalizadas y castigadas. ¿Cómo son los castigos? Muy variados. Desde perder el empleo, desde la estigmatización social, hasta ya no poder aspirar a una plaza de trabajo en la universidad o a una mejoría salarial. Incluso, no poder salir del país porque cada cubano necesita para salir un permiso del Estado. Todos aquellos que han contrariado la opinión oficial saben que pueden ser objeto de negativa de viaje. Y los casos más extremos son las más de 200 personas que están purgando prisión por delito de opinión y de conciencia.

–¿Existen medios de comunicación, aunque sea tibiamente, opositores?

–En Cuba hay un delito en el código penal que se llama ‘propaganda enemiga’. Todo aquel que imprima opiniones con artículos, reportajes, y los distribuya de forma paralela al Estado puede ser juzgado bajo esa figura delictiva e ir a prisión. De manera que el tema informativo es un monopolio estatal. Ahora, con las nuevas tecnologías, eso ha cambiado. No porque la voluntad gubernamental se ha hecho más flexible, sino porque los ciudadanos nos hemos vuelto más atrevidos. Con las memorias flash, los teléfonos celulares, las antenas parabólicas, que son ilegales pero la gente las tiene escondidas, y otros soportes de información, pues circulan noticias, videos, documentos y una serie de información sobre nosotros y lo que ocurre en el mundo. Y esto ya resulta indetenible por parte de los censores oficiales.

–El gobierno puede controlar la televisión, la radio. ¿Pueden controlar el internet?

–Hay intentos. Hay muchas páginas bloqueadas, entre ellos mi blog, y otros sitios que se dedican al tema de Cuba y que se hacen desde el exilio. Pero los internautas son diestros en saltar esos obstáculos y llegar a las páginas prohibidas.

–En los últimos tiempos vemos que hay una efervescencia en Cuba. Tenemos la muerte de un preso de conciencia, las protestas de las Damas de Blanco, blogs como el tuyo. ¿Cuba está viviendo un momento especial de protestas contra el régimen, o siempre fue así pero no nos enterábamos?

–Mira, ha ocurrido parte y parte. Ahora estamos viviendo un descorrer el velo hacia una realidad que había sido siempre tan dramática como ahora, sin embargo la opinión internacional no escuchaba lo que le decíamos a gritos. Había como un idealismo sobre qué era Cuba, la isla de la utopía, la de la esperanza. Y nadie quería enterarse de la dureza de la vida en este lugar: del control extremo, de la represión y la censura. Y por otro lado, la muerte de Orlando Zapata Tamayo –preso disidente– ha servido como elemento aglutinador en el dolor para la oposición dispersa. Aunque aquí mucha gente siga sin sumarse a partidos disidentes por temor, te puedo decir que cada vez el discurso en la calle, las opiniones de la gente de a pie se acerca más a los plataformas y demandas que ha hecho la oposición durante años.

–Quiénes conforman la oposición en Cuba.

–Muy variadas personas. En la oposición hay todo tipo de colores políticos y de tendencias. Desde liberales hasta socialdemócratas pasando por socialistas, gente plural. Lo que pasa es que no están bajo un marco de respeto. Son detenidos, amenazados, coaccionados y sus partidos de oposición infiltrados por gente de la policía política y constantemente se les recuerda que sus partidos son ilegales y no pueden reunirse, presentar documentos y no pueden expresarse públicamente. No obstante, son gente con mucha responsabilidad cívica y lo siguen haciendo.

–¿Crees que se ha perdido el miedo a la protesta en la isla?

–Totalmente. Creo que hay un ciclo de silencio que ha acabado, lo veo en la calle. De las críticas a la calidad del pan o los baches en las aceras, han pasado a criticar con nombre y apellido.

–¿Por qué a ti no te encarcelan como sí ha pasado con otras personas críticas al gobierno cubano? Tus cuestionamientos también son muy directos.

–Cada día que logro poner la cabeza en la almohada siento que han sido 24 horas de plus que me han dado del lado de acá de las rejas, pero no creo que el no encarcelarme sea una decisión firmemente tomada. Mañana mismo podría estar en prisión. Lo que pasa es que el altavoz que me ha permitido internet, la visibilidad internacional, la protección que me brindan todos los lectores que se acercan a mi blog, pues ha sido el escudo protector fundamental. Sin eso no hubiera podido llegar hasta aquí. Pero no creo que eso me garantice una inmunidad, ni que me permita correr todo el tiempo hacia adelante y seguir expresándome. Yo creo que en las sombras, en alguna oficina, se acumula un expediente con páginas y páginas para llevarme un día a un tribunal.
Ojo avizor

”Las Damas de Blanco, esposas, madres e hijas de presos políticos que ya llevan siete años condenados a largas penas y a cuantiosos insultos oficiales. Su marcha es la única expresión de descontento cívico que ha logrado arrebatarle al gobierno cubano un fragmento de ciudad, un trozo de ese país que permanece asustado y silenciado” (Letras Libres, abril de 2010).

”El país sigue sin producir suficientes alimentos y ahora no tiene dinero para importarlos. Se han disuelto varias empresas mixtas de capital extranjero y estatal ante los impagos acumulados por el gobierno, desestimulando así a otros posibles inversionistas” (El Mercurio, 3 de abril de 2010).