martes, 20 de abril de 2010

Varios comercios juntos

Agosto 2, 2007

CesarHildebrandtBlog
Escrito por César Hildebrandt
(Publicado en La Primera)

El Comercio no puso un centavo a la hora de comprar un tercio de su propiedad –puso a Canal N como aporte, o sea un montón de deudas, una montaña de aburrimiento y la pinta de mi pata Jaime De Althaus– y ahora, pagando 74 millones doscientos noventa mil dólares que se prestará de la banca amiga aceitada por el lobby del gobierno, se hará con el ciento por ciento de América Televisión, uno de los dos canales rentables de la televisión peruana (el otro, como se sabe, es el 9; la rentabilidad del 2 depende de si le paga a la Sunat lo que debe en impuestos: el gobierno parece estar presionando para que el Poder Judicial sentencie que Ivcher le pague a la Sunat una cifra simbólica y no los 54 millones de soles que debe).

Si la operación anterior de compra de América TV fue patrocinada por Alejandro Toledo, la de ayer ha sido bendecida por don Luis Carranza y don Alan García. Sin su discreto asentimiento, la familia Miró Quesada no se habría animado a empezar el carrusel financiero que le permitirá pagarle 40 millones de dólares a los colombianos –la cifra la anticipamos en esta modesta columna hace varios días– y 34 millones doscientos noventa mil dólares a Chicho Mohme, que se hizo del tercer tercio de Canal 4 poniendo su cara de palo y un portafolio que le regaló Eugenio Bertini por sugerencia del presidencialmente impresentable Alejandro Toledo.

¡El negocio del siglo! No pones un sol –pero ni un sol– y después te pagan 34 millones doscientos noventa mil dólares. Es decir que Garrido-Lecca es chancay de 20, Carlitos Slim moco de pavo, Bill Gates un huevonauta, George Soros caído del palto. Porque ellos pusieron algo para empezar: su labia, sus primeras ganancias, su talento, su temeridad en la bolsa, respectivamente.

Chicho, en cambio, fue virgen impoluta en ese comercio del año 2003. Ni un centavo sonante manchó sus manos, esas manos que sólo cargaban el portafolio con las deudas que el Canal 4 le tenía al banco Wiese y que el banco Wiese le había dado a Chicho sin pedirle nada a cambio, oh Dios milagroso.

Es cierto que Chicho había armado ese muñeco de transacciones invisibles y cortesías varias veces millonarias, ese canje de nadas en el que sólo los colombianos zoncitos llegaron a poner los 11 millones de dólares que valía Canal 4 en ese entonces. (Y todo para ser maltratados, negados en las reuniones y denunciados en falso por los despistados mafiosos de la Unidad de Investigación de El Comercio).

Pero que Chicho haya armado el cambalache aprovechando el amiguismo tolediano y los terrores de las hermanas Crousillat, no le quita el carácter casi vaticano a su flamante conversión en multimillonario en dólares. Caracho, Chicho: tu padre te habría mirado con orgullo. Si quieres lo pongo en tono de pregunta: ¿tu padre te habría mirado con orgullo? Elige la fórmula que quieras, pero desde la pobreza recién adquirida de este escribidor va una felicitación sin envidia para el nuevo rico de la familia Mohme y un deseo de que el chorreo de la fortuna salpique en algo los sueldos chinos que te han permitido ser tan exitoso. Chicho: ¡el verdadero descubridor de América eres tú!

En cuanto a El Comercio, qué decir: cuatro diarios, dos canales –sólo América TV vale 110 millones de dólares–, una revista, tres proyectos, 70 por ciento de la publicidad del mercado: nuestros Murdoch, nuestros Edwards, nuestros Berlusconi. Que con su pan se lo coman. El periodismo verdadero tendrá que buscar otros caminos.

Posdata: El huachafo de Julio Ortega defiende ayer la práctica del plagio y lo hace para atacar, taimadamente, a quienes denunciaron a Bryce y sus rentables copiandangas. Qué feo escribe Ortega: parece el musgo que le sale a los libros olvidados. Y, claro, este grafómano está a salvo de Bryce. Se trata, entonces, de la complicidad de un implagiable.

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