sábado, 17 de abril de 2010

Democratizar Internet

EL FUTURO DE LA POLÍTICA ESTÁ EN LA WEB

EL Comercio
Por: Francisco Miró Quesada R Director
Lunes 5 de Abril del 2010

Alejandro Toledo ofreció en entrevista a El Comercio democratizar Internet, porque él dice creer en la democracia digital.

Una propuesta, diríamos, original porque a la fecha no la ha hecho ningún “potencial” candidato; como también fue original —y se distinguió de los otros candidatos del 2001— cuando planteó “una economía con rostro humano”.

La democracia digital tiene varios nombres. Entre ellos, democracia telemática, democracia cibernética y hasta se la llama “república electrónica”, como afirma Grossman, uno de los grandes especialistas en el ejercicio de los derechos ciudadanos por medios digitales.

El politólogo estadounidense Robert Dahl propone cinco criterios básicos ampliamente aceptados, tanto en su validez operacional como por su fácil transformación a variables mensurables: participación efectiva, igualdad política (para este segundo caso se debe superar la brecha digital), entendimiento ilustrado, control de la agenda por parte de los ciudadanos y la inclusión, como la garantía de una igualdad básica en las facilidades.

Esta democracia digital, que en inglés es denominada e-government, pasa por diversos estados evolutivos:

Emergente: presencia en línea, páginas oficiales y links en diversas entidades públicas y ministerios.

Implementado: mayor cantidad de información, mayor disponibilidad de documentos, formularios y leyes. Aparecen boletines electrónicos.

Interactivo: disponibilidad de servicios en línea y aplicaciones web. Se aprecia un mejor servicio a la comunidad.

Transaccional: transformación del Gobierno en entidad con interacción bidireccional. Gran cantidad de servicios en línea disponibles.

Conectado: el Gobierno se ha transformado en una entidad conectada con las necesidades de la ciudadanía y ha rediseñado sus procesos. Fomenta y promueve la participación ciudadana a través de new media e involucra a la ciudadanía en el proceso de toma de decisiones.

Naciones Unidas publicó el 2008 un amplio estudio sobre el estado de los gobiernos digitales en el mundo. El Perú figura séptimo en América Latina y en el puesto 56 en el mundo. Estamos a media tabla, que no está mal.

El estado de desarrollo del e-government en el Perú es el siguiente: 100% emergente, 82% implementado, 58% interactivo, tan solo 11% transaccional y 19% conectado; 50% del total para realmente constituir una democracia electrónica integral en el país. Es explicable que el e-government peruano esté en los niveles emergente, implementado e interactivo, pero no por razones tecnológicas sino porque todavía no existe en la élite política, social y económica la voluntad de promover y ejecutar la democracia participativa en nuestra sociedad y esto se refleja en el desarrollo de “nuestra democracia telemática”.

Si en tiempo real la democracia es de intensidad baja, no tiene por qué ser diferente en tiempo virtual. Igualmente en la sociedad civil los espacios de participación son aún reducidos aunque en la primera década del siglo XXI han mejorado. La democracia telemática será más interactiva en cuanto a su implementación en la medida en que las relaciones sociales y la cultura sean más democráticas. Pero como hay que ir al rescate de la democracia en nuestro país, es decir, a una “democratización de la democracia” —creando las condiciones de gobernabilidad no solo sustentada en la representación sino en la participación ciudadana—, se deben hacer los esfuerzos para que en el ámbito virtual se avance hacia el estado transaccional y definitivamente al conectado, para pasar del e-government que es más informativo al e-democracy con interacción bidireccional y lograr, de esta manera, la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones.

Para ello se requiere elaborar un proyecto que contemple el diseño, elaboración e implementación de un sistema informático que facilite y posibilite la participación de toda la población. Este sistema debe desarrollarse contemplando todos los requisitos de participación ciudadana, las características de la población y deberá ser difundido a través de talleres de sensibilización.

La apuesta integral de la democracia electrónica en nuestro país debe ser parte de la agenda política de las próximas elecciones porque va a contribuir con la ampliación de los espacios democráticos; por supuesto, al lado de otros temas de interés nacional, como la lucha contra la corrupción, la inversión social (educación, salud, cultura) que es fundamental para reducir la pobreza, la seguridad ciudadana —garantía plena de nuestros derechos ciudadanos—, inversión en infraestructura, cuidado del medio ambiente, inserción del Perú a escala mundial, apoyo a la agricultura, entre otros de interés ciudadano.

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