domingo, 4 de septiembre de 2011

Guayaquil: Periodismo por dentro


Por Mirko Lauer
El Instituto Prensa y Sociedad, IPYS, está realizando su tercera Conferencia latinoamericana de periodismo de investigación, Colpin 2011, en Guayaquil, y sin duda el participante de más alto perfil es Kristinn Hranfsson, conductor y portavoz de WikiLeaks en reemplazo de un Julian Assange complicado con asuntos legales.
La participación de Hranfsson el viernes coincidió con lo que Fritz Dubois ha llamado el paso de WikiLeaks a la condición de delatores: el grupo de prestigiosos diarios que divulgó los 250.000 correos robados al Departamento de Estado ha decidido cortar toda relación con un WikiLeaks que revela la identidad de sus fuentes.
Interrogado sobre el tema en Guayaquil, Hranfsson respondió, un poco sibilinamente, que cuando recién les fueron ofrecidos los cables The New York Times, The Guardian, El País o Der Spiegel no necesitaron mucho convencimiento para asumir la publicación de aquellos textos. Más o menos una versión de que todo sale con hueso.
Colpin 2011 se produce en el contexto del fuerte acoso del presidente Rafael Correa a la más crítica de la prensa ecuatoriana. El diario El Universo, prominente víctima del largo brazo judicial de Correa, es uno de los patrocinadores, y aprovechó el evento para presentar los abusos sufridos ante unos 150 periodistas del mundo.
A Correa el modus operandi de presentarse ante  tribunales de improbable independencia como un ciudadano común y corriente interesado en defender su honor le está funcionando, en el sentido de que abruma a sus críticos con millonarias multas imposibles de afrontar, US$ 40 millones a la fecha para El Universo.
 Pero la estrategia se vuelve políticamente costosa para Correa a medida que se va haciendo conocido en el mundo como un perseguidor de medios independientes. Un prurito que no logra controlar ni siquiera en sus visitas a otros países, donde a veces se le salen las ganas de multar, como le sucedió aquí luego de una obvia provocación periodística.
El escenario ecuatoriano contrasta con lo que viene sucediendo en Brasil, el país invitado de este Colpin, donde un periodismo de investigación vigoroso viene participando en el siquitrillamiento de cada vez más ministros y otros altos funcionarios. Esto sin que los medios independientes se vean afectados, o casi.
Mañana concluirá luego de cuatro días de ponencias, no pocas de ellas escarapelantes, el principal foro de debate en torno de las relaciones entre periodismo y poder político en el continente. El momento culminante fue la entrega de los premios (el primero de US$ 25.000) a la mejor investigación de un caso concreto de corrupción.
º El autor es el actual presidente de la asamblea de IPYS.

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