miércoles, 16 de septiembre de 2009

Prensa en Sudamérica: Clarinada de Alerta

UNA ALERTA QUE LLEGA DESDE EUROPA
La prensa amenazada
Por: Ernesto Velit Granda
Analista político


La prensa europea de los últimos días alerta sobre lo que ella llama “peligro contra la libertad de prensa en los países bolivarianos”, y refuerza esta denuncia señalando las acciones precisas tomadas contra los medios de información por parte de los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

Sería irresponsable, simpatías aparte, dejar pasar de largo esta clarinada europea contra las amenazas a una de las libertades tradicionalmente reprimidas en América Latina.

La defensa de la libertad de información es tarea irrenunciable de cualquier sociedad que se precie de civilizada. Es característica democrática y testimonio de dignidad.

Los diarios, alguien lo dijo, son la democracia impresa de cada mañana, son pruebas de un plebiscito cotidiano y nos recuerdan el derecho que tenemos a la información.

Pero hoy día, se sostiene también la necesidad de cambiar paradigmas en lo que significa la construcción de la opinión pública a través de los medios. El progreso de la tecnología no garantiza la calidad de la información ni la seguridad de que se está ayudando al ciudadano en la toma de decisiones.

Decíamos, a propósito, que “el derecho a una información veraz califica a una sociedad democrática y es tarea de quien ejerce el periodismo” (El Comercio, 13/5/09).

Tener y mantener una sociedad bien informada es obligación que compromete a los periodistas y a los medios de información, principalmente. Y creemos, que con el mismo énfasis con que se reclama el respeto a las autoridades legítimamente elegidas y se rechazan aventuras golpistas, debemos hacerlo por el respeto a la libertad de información en todo el hemisferio.

Colocarle camisa de fuerza a la libre emisión del pensamiento, califica a un gobierno como autoritario y proclive a la dictadura. Fue estimulante la movilización regional contra las bases militares norteamericanas en Colombia, nadie la consideró una intromisión. Opinar y protestar contra la represión a la prensa es motivo mucho mayor para convocar el rechazo regional.

Una prensa libre es la mejor manera que el Estado tiene de vincularse con el ciudadano, lo contrario significa que el gobierno solo quiere oír su voz.

La posibilidad del disenso, decía Voltaire, fomenta la auténtica participación política.

La libertad de expresión y la libertad de información, guardan entre sí una relación dialéctica que tiene mucho que ver con nuestra concepción del mundo. Cuando los gobiernos ejercen violencia contra las instituciones que garantizan la democracia, se muestran más como un adversario que como un actor social y político. En la región, los niveles de cultura política así como los de organización popular son demasiado precarios para enfrentar el abuso y el atropello que vienen desde el poder.

El caso de la denuncia de la prensa europea, contra la libertad de información en los países bolivarianos, también advierte que para contener la protesta se podría instaurar una metodología de represión de consecuencias imprevisibles.

La censura de prensa así como la manipulación de la información se yerguen como amenazas inminentes en la región, movilizar la opinión pública del continente es contribuir al ejercicio irrestricto de las libertades y a la vigencia inaplazable de la democracia. Un desafío que la prensa libre debe asumir.

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